
Cuando la rescatamos, Bonita no solo llevaba 10 días con dos patas rotas sin analgesia, sino que también había desarrollado un miedo atroz a que la tocaran. Nada sorprendente! Gruñía e intentaba morder a todos. Arregladas las patas, empezamos a trabajar en este problema cuando salió del hospital. Tea se la llevó a casa y, como puedes, ver, comenzó la magia. Bonita se irá a su nuevo hogar después de Navidad… mira el vídeo de hoy para ver cómo ha cambiado!
Por favor, dona, ayúdanos a seguir salvando vidas!