
Hace cinco años… Maya vivía en un sitio terrible, sola y enferma. Una noche de tormenta, la pudimos sacar de allí y condujimos durante horas para traerla a nuestro hospital. Maya, ya entonces una perra mayor, tardó meses en recuperarse, pero lo conseguimos! Se marchó a vivir con una familia maravillosa, y hoy nos vuelven a dar la bienvenida a su casa para visitarla de nuevo. Maya, tu familia es magnífica… y te la mereces!
Por favor, dona, ayúdanos a seguir salvando vidas!