
Este fin de semana Noa empezó a cojear, y empeoró hasta que dejó de usa la pata delantera derecha. Preocupados por si se había hecho daño importante, la llevamos corriendo al hospital. Afortunadamente, parece que ha pisado algo cortante, una espina o algo parecido, y la herida se había infectado. Está de vuelta en Casa Grande con una pomada antibiótica y antiséptica. Noa, basta ya de sustos! Todo está bien…
Por favor, dona, ayúdanos a seguir salvando vidas!