
Hacía tanto tiempo que Elektra ni comía ni bebía que no solo estaba deshidratada, sino que su cuerpo se había alimentado de su propia grasa corporal para poder sobrevivir. Los ojos los tenía hundidos en el cráneo, una señal segura de caquexia total. Le queda un largo camino, pero siempre lucharemos a su lado, y sé que cuento contigo para ello. Nos necesita para completar su recuperación.
Por favor, dona, ayúdanos a salvar a Elektra!